La demanda de Yefferson Miranda contra Luis Pérez 3

Alias Memín: de jalador de carros a soporte del complot

El jueves 15 de septiembre de 2011 el candidato al Concejo de Medellín Yefferson Miranda (Partido Verde. # 1) convocó a rueda de prensa para anunciar con bombo y platillos que había entablado demanda penal contra el candidato a la Alcaldía Luis Emilio Pérez Gutiérrez por parapolítica.

En las dos entregas anteriores, hicimos un recuento de los hechos que hoy demuestran que Pérez pasó de acusador a acusado. En 2008 el popular Lupe cuestionó la legitimidad de la elección de Salazar afirmando que había recibido el apoyo de los desmovilizados agrupados en la Corporación Democracia.

El recuento de los hechos y las pruebas y testimonios señalan que el beneficiado por este apoyo fue Pérez, quién según el candidato al Concejo Yefferson Miranda, debe responder por el delito de Parapolítica.

En esta última entrega destacamos el papel jugado por alias “Memín”, un jalador de carros que llegó a ser punta de lanza de los desmovilizados en la campaña electoral del 2007.

El derrotado Luis Pérez sustentó el supuesto respaldo de los paramilitares a Salazar en el testimonio de Memín. Este personaje apoyó desde la cárcel a Luis Pérez en las acusaciones desatadas contra Salazar en una carta tramitada ante Don Berna y que se conoció a finales de 2008.

Pero fue más allá: dijo que Esteban Ruiz, como “se llamaba” el conductor de Antonio López, alias Job, había entregado en dos ocasiones 20 millones de pesos a Salazar.

Esteban Ruiz, que no está muerto como sugiere la carta de Memín, declaró ante la Fiscalía que las acusaciones de Memín son falsas, que además, para la época de las elecciones, ya hacía más de un año no tenía contacto con Job.

Memín, que purga una condena de 22 años por concierto para delinquir, constreñimiento ilegal agravado y desplazamiento forzado, fue activo promotor de la campaña de Luis Pérez en la Comuna 8. Allí aspiró a la JAL y se quemó. Para desmentir las aseveraciones de Memín contra el Alcalde Salazar existen diversos testimonio de reinsertados y ciudadanos de la Comuna 8 incluidos en el Acto Resolutorio que archivó la investigación contra Salazar, emitido por la Fiscalía.

Pero, prácticamente, los testimonios son redundantes ante la contundencia de las piezas de publicidad que distribuyó Memín durante la campaña. Son absolutamente esclarecedoras.

Distribuyó, por ejemplo, un impreso de la “Granja la Fortaleza”, “un proyecto comunitario producto de la reinserción”, en el que promovía a Pérez como candidato a la Alcaldía de Medellín.

Además, para “orientar” (otros dicen “constreñir”) a sus electores, distribuyó un “Pastel” preciso, claro y contundente; en una cara aparecía su fotografía con el número 80 para la JAL, y, en la contracara, aparecía la de Luis Pérez con su consigna de “Todos con Luis Pérez”.

Estas piezas fueron recolectadas por un grupo investigador en las comunidades y con ellas surgían los testimonios de quienes las entregaron. Esos testimonios narran cómo en la Comuna 8 Memín realizó diversas acciones para presionar a los líderes de la campaña de Alonso Salazar. En este sentido se pronunció Alex Pulgarín, candidato entonces del Polo a la JAL y asesinado en extrañas circunstancias.

El historial criminal de Memín es amplio y de ello da una idea la condena impuesta por los jueces. Varios de los testigos de su proceso fueron asesinados y otros debieron recurrir al programa de protección de la Fiscalía para preservar sus vidas.

Pastel distribuido por Memín. En una cara su foto y en la contracara la de Luis Pérez.

Publicidad de Memín, distribuida en la Comuna 8.

Memín, en el curubo electoral de la Corporación Democracia.

Como disciplinado y avezado político, Memín les dio a conocer a las comunidades a sus demás aliados en la justa electoral: distribuyó otro “pastel” en el que aparece él, en compañía de Luis Carlos Piedrahita, Presidente de la Corporación Democracia, y de Paola Lalinde, aspirante a la Asamblea Departamental en la Lista del partido Liberal. Esa es una de las caras de la publicidad. La otra cara muestra al candidato a la Gobernación, Luis Alfredo Ramos.

Esa pieza reúne a las personas más representativas de la Corporación Democracia que participaron en las elecciones de 2007. Dos de ellas inscritas por el Partido Colombia Viva, una por el Partido Liberal, y otra por Alas Equipo Colombia.

Propaganda electoral distribuida por John William López, alias Memín, reinsertado que aspiró a la Junta Administradora Local por el Movimiento Colombia Viva.

Luis Carlos Piedrahita, Director de la Corporación Democracia, segundo renglón en el tarjetón de Colombia Viva al Concejo de Medellin.

Paola Lalinde de la Corporación Democracia, candidata a la Asamblea Departamental, por el Partido Liberal.

Síntesis:

Todos los hechos y las pruebas dicen exactamente lo contrario de lo expresado en el 2008 por Luis Pérez para deslegitimar el triunfo de Alonso Salazar en las urnas y preparar el complot que buscaba bajarlo del poder en Medellín, con el concurso de actores legales e ilegales, muchos de ellos hoy muertos o purgando condenas en la cárcel.

Hoy, está claro que quien se benefició de ese apoyo, y al parecer está trabajando para volverlo a conseguir, es el derrotado Luis Pérez.

Por eso no creemos que se trate de un truco del candidato Miranda para ganar notoriedad a mes y medio de las elecciones locales. Por haber caminado durante años con Salazar, nadie más indicado que él para develar los hilos de esa trama y alertar a la ciudadanía sobre el peligro que representa la presencia de este nefasto personaje en la contienda por la Alcaldía de Medellín.

El talante de Luis Pérez lo refleja el hecho de que ninguno de los partidos políticos lo avaló como su candidato; sin embargo, se las arregló para que muchos de los dirigentes de base y aspirantes al Concejo de Medellín desconocieran las directrices de sus partidos y lo apoyen.

Esta estrategia deja mal parados a los partidos que, sin mecanismos para garantizar el cumplimiento de sus directrices, verán como su militancia se fila tras las dádivas de Pérez.

No se trata, tampoco, de un rechazo injusto o enfermizo hacia él, sino una prevención ante las artimañas de quien se asesora por personajes siniestros como JJ Rendón, el enemigo de la ética en los asuntos públicos.

Es imposible ensombrecer más la imagen del señor Pérez. Sí debemos, como ciudadanos, recordar que los apodos de “Lupe” y “Luis XV dan cuenta de la imagen que el pueblo en su sabiduría percibe de este siniestro hombre que, en sus actuaciones, ha hecho todo lo necesario para generar desconfianza.