miércoles, 16 de febrero de 2011

Twitter, entre lo público y lo privado

Por: arico
Elespectador.com
Tecnología
Fallo judicial en Inglaterra, que favoreció a dos periódicos que publicaron tweets de un usuario, abre la polémica.
En poco más de un mes Twitter cumplirá cinco años desde su creación (marzo 21 de 2006). Para ese entonces, el sistema de microblogging tendrá más de 190 millones de usuarios en todo el mundo que envían cerca de 65 millones de tweets diarios, casi tres millones por hora. Ese día, probablemente, alguien pondrá un tweet criticando a su empleador, burlándose del árbitro de un partido o maldiciendo el tráfico de las 6:00 p.m. de su ciudad. Al día siguiente puede que lleguen las demandas por esos tweets.
Con un ecosistema que tiene suficientes usuarios como para poblar Brasil, Twitter se ha convertido en un serio competidor en el denso universo digital. En un principio, hogar de los pensamientos de la farándula mundial, la herramienta fue descalificada como un medio de conducción del aire: desde la nada hacia ningún lugar. Después de los recientes acontecimientos en Egipto y Túnez pocos se atreven a referirse a ella de esta manera, al menos no únicamente así.
Como ha pasado con otras plataformas, además de ser la estrella política del momento, Twitter es también el nuevo centro de la pelea entre privacidad e internet, entre el individuo y la corporación (aunque el rival también puede ser un medio de comunicación o la liga de fútbol inglesa, para nombrar un par de ejemplos).
La semana pasada, la organización británica que ejerce la defensa de los lectores (PCC, por sus siglas en inglés) falló a favor de dos reconocidos diarios de este país que habían sido demandados por una trabajadora del Departamento de Tránsito inglés que publicó su descontento por algunas políticas de la institución. Los periódicos utilizaron los tweets como parte del material para escribir textos acerca del Departamento y ahí llegó la demanda de la empleada.
¿Lo que se escribe en Twitter es público? Sí, dice Katitza Rodríguez, experta en asuntos de privacidad en línea y miembro de Electronic Frontier Foundation, una fundación norteamericana que se dedica a analizar y defender los derechos civiles en el entorno digital. “Twitter empezó como un medio de comunicación entre la ciudadanía. Todo lo que se ponga ahí (que no sea un mensaje directo) es público, tanto así que la biblioteca del Congreso de Estados Unidos indexa y archiva los mensajes que son transmitidos a través de esta plataforma”.
“El problema es que las personas deben entender que lo que ponen ahí será tratado como un documento público. Yo siento que la empresa ha hecho un buen trabajo en informar a sus usuarios, pero aún falta por hacer más en este tema”, afirma Danilo Doneda, quien trabaja temas de privacidad en la Fundación Getulio Vargas de Río de Janerio, Brasil.
¿Qué pasa cuando un usuario sube a la plataforma algo en contra de su jefe o la compañía para la que trabaja? “Una persona no puede ser sujeta a amenazas o represalias por este tipo de comportamientos. Eso va en contra de la libertad de expresión. Un caso diferente sería si fuera información confidencial de una empresa”, opina Rodríguez.
La Asociación de Fútbol inglesa (sus siglas en inglés son FA) parece pensar algo diferente, pues ya sancionó a Ryan Babel, exjugador del Liverpool, por cuestionar a través de la plataforma a un árbitro. La Asociación explicó en un comunicado que, debido a la naturaleza pública de los tweets, estos debían estar de acuerdo con las normas de la institución. Lo curioso es que la sanción de la FA contra Babel no es por mal uso de la plataforma, sino por la violación de un código interno que, se supone, están obligados a cumplir todos los jugadores.
Más allá de la naturaleza pública o privada de Twitter, la herramienta también ha sido cuestionada por la veracidad de la información que circula a través de ella. El reclamo, tan antiguo como la existencia de la internet misma, cobró cierta validez el año pasado cuando, al caer la tarde, Latinoamérica comenzó a llorar la triste muerte del cantante argentino Gustavo Cerati, en estado de coma desde hacía varios meses. La fuente era un diario centroamericano (o al menos esa era la que citaban los tweets). Incluso un empresario musical colombiano salió al aire en una emisora para confirmar la partida del líder de la banda Soda Stereo. Un diario nacional también publicó en su versión web una nota de pésame.
El rumor alcanzó a durar una hora, tal vez, antes de ser desmentido no sólo por medios de comunicación masiva, sino por los mismos usuarios que, a punta de llamadas y visitas a sitios web argentinos confirmaban que Cerati seguía vivo, aunque aún en coma.
En el proceso tradicional de la información, el reportero salía a la calle a buscar una historia para después publicarla. En el esquema 2.0 de la vida actual, la noticia (el hecho novedoso, incluso secreto) llega a su computador. Esto no lo hace menos cierto, pero tampoco más verdadero, confiable. Más no es calidad y aquello de la sabiduría colectiva también posee límites, las clásicas fronteras de la credibilidad y la verificación de los datos.
Un estudio hecho público el lunes por el diario norteamericano The New York Times, realizado por el grupo de investigación de computación social de la compañía Hewlett-Packard, concluyó que la mayoría de los temas más populares (trending topics) que se imponen en Twitter son creados, en su gran mayoría, a partir de la información publicada por medios de comunicación masiva.
En otras palabras, en cierta buena medida, aquel conocimiento colectivo en Twitter es más de lo que ya sucedía antes siquiera de la invención de la internet. Sin embargo, el estudio advierte que un número grande (aunque no especificado) de estos temas surgen de lugares no convencionales. ¿La tendencia actual se mantendrá en el futuro o este será apenas un capítulo más del pronosticado fin del modelo tradicional de la información?

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La obligación de encarar el tema

Ramiro Valencia Cossio
El Colombiano / Febrero 12 del 2011

Antier, mientras estábamos en el entierro de nuestra madre, supimos la dolorosa noticia de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de condenar a nuestro hermano Guillermo León.
La mamá fue una lamparita que nos alumbró durante 98 años. No se apagó sino que se fue al cielo y el firmamento se iluminó. De ella, y de nuestro padre, aprendimos el respeto por la justicia.
Seis de nosotros, abogados, aprendimos también en la facultad, que la justicia es majestuosa. Majestuosa, porque se trata de recuperar la equidad cuando esta es desbordada por la conducta humana. Majestuosa, porque reconoce y obliga a restaurar los derechos. Majestuosa, porque aplica la ley a quien la infringe, para establecer el bien común.
La majestad, entonces, está en la justicia, porque ella se basa en la equidad, la transparencia, la imparcialidad, el apego riguroso a la ley y sus fallos tienen que estar basados en la verdad de los hechos y de las pruebas. Por eso al juez se le obliga a decidir con plena certeza y pleno convencimiento. El apoyo a la justicia tiene que ser total por parte de los ciudadanos. De lo contrario se quebrantaría uno de los pilares fundamentales del Estado de Derecho, de la Democracia y la vida en común.
La majestad reside en la justicia, no en los jueces. A ellos les compete no ser inferiores a la dignidad que encarnan. Ni las pasiones, ni el afecto o animadversión, ni sus ideas políticas o creencias pueden contaminar sus fallos.
Uno puede no estar de acuerdo con sus decisiones pero debe acatarlas con respeto.
En nuestro caso, como familia, y como no hay lugar a apelación por ser única instancia, acataremos respetuosos la sentencia de la Corte. Reiteramos una vez más que el amor fraterno es incondicional. Guillermo León cuenta con nuestro amor, con nuestro apoyo y nuestra presencia permanente. A todos nos queda la fe de que esa lucecita que ya está arriba nos dará toda la fuerza para doblar estas páginas dolorosas y renovar nuestras vidas.
Pido perdón por usar este espacio para algo personal, pero sentí que como columnista y por respeto a los lectores, tenía la obligación de encarar el tema.

martes, 15 de febrero de 2011

Y la Justicia falló

En el caso del doctor Guillermo León Valencia Cossio nos surgen profundas dudas sobre el anuncio de sentencia condenatoria. ¿Por qué la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia acepta unas declaraciones de criminales y no cree en otras de los mismos criminales y referidas al mismo tema? ¿Será por el hecho de que estas últimas declaraciones eran favorables al acusado?.
En este mismo espacio, y en no pocas ocasiones, hemos dicho que la Justicia en Colombia está politizada. Hoy, con dolor, lo tenemos que repetir al conocer el sentido del fallo de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, en el juicio oral que se adelantó contra el abogado Guillermo León Valencia Cossio, ex Director Seccional de Fiscalías de Medellín. No vamos a negar que existe una larga y profunda amistad con la familia Valencia Cossio por parte de la Dirección y socios de esta casa editorial.
Quizás esa amistad nos da elementos de juicio para decir que respetamos y acatamos el fallo de tan alto tribunal, pero que no lo compartimos. Nos preocupa la manera como algunos miembros del poder Judicial han venido actuando. Un país del que se pueda afirmar que bastantes integrantes de esa rama no son ni probos ni independientes, es un país amenazado en uno de los pilares fundamentales de una auténtica democracia. Un país en el que el anterior Fiscal (e), Guillermo Mendoza Diago, haya dicho que se tenía que actuar en ciertos casos porque, si no lo hacía, lo cocinaban los medios es un país en el que negros nubarrones amenazan su futuro.
¿Desde cuándo los periodistas nos arrogamos el poder de juzgar, de sustituir a la rama Judicial? De continuar así, tendremos que decir más temprano que tarde: ¡Pobre país y pobre nación! Colombia se merece un mejor futuro. Las nuevas generaciones se merecen un mejor futuro.
Y nosotros, por acción u omisión, lo estamos impidiendo. En el caso del doctor Guillermo León Valencia nos surgen profundas dudas sobre el anuncio de sentencia condenatoria. Por la brevedad del espacio, mencionaremos apenas algunas de las que consideramos fundamentales.
¿Por qué la CSJ acepta unas declaraciones de criminales y no cree en otras de los mismos criminales y referidas al mismo tema? ¿Será por el hecho de que estas últimas declaraciones eran favorables a Guillermo León Valencia? Nos referimos a las afirmaciones de Daniel Rendón Herrera, alias Mario; Freddy Manco Torres, alias El Indio y Éver Veloza, alias H.H. quienes dijeron que no conocían al ex director de Fiscalías de Medellín.
¿Por qué la Sala de la Casación Penal de la CSJ desestimó el concepto del perito de la defensa, el abogado Ignacio Sanín Bernal, reconocido experto en Derecho Comercial, Tributario y Societario, quien conceptuó que en el caso del doctor Valencia Cossio no hubo enriquecimiento injustificado? ¿Es que la sola valorización de unos bienes se puede tipificar como enriquecimiento ilícito?.
¿Por qué la CSJ anuncia sentencia condenatoria del doctor Valencia como “autor mediato” por supresión de documento? ¿No son creíbles las declaraciones de varios generales de la Policía, que eran comandantes en Urabá y en el Área Metropolitana, en especial la del General (r) Marco Antonio Pedreros?.
El General Pedreros afirmó que alias El Indio no era segundo de alias Mario sino de otra organización criminal identificada por la inteligencia policial. Quienes somos cercanos a la familia Valencia Cossio sentimos un profundo dolor, no sólo por sus miembros, sino por Colombia y el futuro digno que soñamos.

lunes, 14 de febrero de 2011

Todo empezó en Envigado

El renacer de la parapolítica en Antioquia
semana.com
Por: María del Rosario Arrázola
La Corte Suprema de Justicia quiere aclarar de dónde surgió y cómo creció el paramilitarismo en Antioquia.

Alas-Equipo Colombia, un extraño caso. Desde 1997 a la fecha, la refundación del Estado estaba en marcha.
La primera plataforma política de penetración a los órganos legislativos se llamó Movimiento de Renovación Liberal y el escenario donde se experimentó la captura del poder local fue el municipio de Envigado. Hasta estas evidencias, ocurridas en los años 80, en los tiempos de Pablo Escobar Gaviria y su letal invento de las oficinas de cobro, se dirigen ahora las investigaciones de la Corte Suprema de Justicia, en su propósito de aclarar de una vez por todas la cronología, las conexiones y el mapa de la parapolítica en Antioquia.
Con la colaboración de los jefes paramilitares Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, y Juan Carlos Sierra, alias El Tuso, desde cárceles de Estados Unidos; y otro grupo de exintegrantes de las autodefensas detenidos en Colombia, la Corte Suprema de Justicia está dispuesta a llegar a fondo en la explicación judicial de un largo proceso de infiltración del delito en las instituciones colombianas, y ello explica el súbito aumento de políticos antioqueños citados para explicar hasta dónde pudo llegar el narcoparamilitarismo.
Una pesquisa que comienza en las listas del Movimiento de Renovación Liberal que llevó a la Cámara de Representantes a Pablo Escobar en 1982 y, sin que trascendiera mucho, tuvo comando departamental, coordinadores de zona, jefes de debate y elegidos en diversas instancias de Antioquia. Pero sin duda, el modelo de penetración de la mafia al Estado fue el municipio de Envigado. No sólo porque se convirtió en la trinchera del jefe del cartel de Medellín, sino también en el laboratorio para su expansión “legal” y delincuencial.
Hace 25 años, el primero que lo tuvo claro fue el juez Tulio Manuel Castro, quien indagando el homicidio del ministro de Justicia Rodrigo Lara, constató cómo en el Concejo de Envigado figuraban tres miembros del Movimiento de Renovación Liberal que tuvieron permanente comunicación con los asesinos. Rubén Darío Londoño Vásquez, alias La Yuca; Juan Fernando Maya Restrepo y Alba Marina Escobar, esta última hermana del capo. Desafortunadamente, el juez Castro fue asesinado y su investigación no fue continuada.
Como tampoco se neutralizaron otras modalidades de infiltración mafiosa. El Departamento de Orden Ciudadano de Envigado, un aparato de atribuciones “policiales”, algunos de cuyos miembros terminaron aplicando justicia por mano propia, mimetizándose también en las oficinas de tránsito para acceder a matrículas de vehículos, pases de conducción o realización de retenes. En esas vueltas, y apenas hoy empieza a aclararlo la Corte, ya estaba Daniel Mejía, alias Danielito, quien llegó a ser uno de los matones del paramilitarismo.
Escobar y sus socios lo controlaban todo. Era un secreto a voces que la alcaldía de Jorge Mesa nunca se opuso y que buena parte del poder judicial en Antioquia tampoco. En la calle, el capo también ideó un perverso esquema de control que con los años se vino a conocer como la ‘Oficina de Envigado’. Una especie de justicia en los bajos fondos con “tributos” y pena capital para quien quisiera delinquir. La lideró el dirigente deportivo Gustavo Upegui, pero salvo algunas semanas en la cárcel, hasta su muerte en 2006, pasó de agache.
Este modelo, con extensiones de impunidad hasta los municipios vecinos del Valle de Aburrá, fue la base de la expansión paramilitar después de la muerte de Pablo Escobar en 1993. En sus confesiones al antropólogo Aldo Cívico, en su libro Las guerras de Doblecero, el subteniente retirado del Ejército Carlos Mauricio García, quien llegara a ser el jefe del bloque Metro en Medellín, admitió que eso fue lo que hizo el nuevo jefe: Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna. Controlar todas las bandas delincuenciales con su oficina de cobro.
Don Berna, antiguo aliado del narcotraficante Fernando Galeano, se impuso sobre todos. Pero no lo hizo solo. Desde Urabá y en las entrañas de Medellín lo apoyaron los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño. En el bajo Cauca lo hizo Ramiro Vanoy, alias Cuco, y en el Magdalena Medio, Ramón Isaza. Muerto Escobar, de la mano de las Cooperativas de Seguridad Rural que le sirvieron de mámpara, se fue desdoblando la estrategia de las Autodefensas Unidas de Colombia. Lo demás fue replicar el modelo.
En el libro Paracos, del periodista Alfredo Serrano, Don Berna admite que 1994 fue clave para la organización. Ese año consolidó con los Castaño la expansión paramilitar y entró a trabajar con tres personajes claves de su objetivo: Juan Carlos Sierra, alias El Tuso; Francisco Javier Zuluaga, alias Gordolindo, y Ramiro Vanoy. Entre ellos ya se movía Carlos Mario Jiménez, alias Macaco. Y poco a poco fueron llegando otros jefes como los hermanos Fredy, Daniel y Jairo Rendón Herrera, así como Rodrigo y Guillermo Pérez Alzate.
Desde Urabá, pasando por el nordeste y el Magdalena Medio hasta oriente y el suroeste, el paramilitarismo impuso su Talión en Antioquia. Y lo hizo con la misma estrategia que la Corte Suprema de Justicia hoy está dispuesta a aclarar: apoyado por políticos y miembros de la Fuerza Pública, financiado por algunos empresarios y ganaderos, fortalecido con los dineros de la droga y penetrando al Poder Judicial. Muchos investigadores, fiscales y jueces que se opusieron, o terminaron en el exilio o insubsistentes o fueron asesinados.
En 1997, cobró forma la organización Autodefensas Unidas de Colombia, y lo que nació como un laboratorio de ilegalidad en Envigado en los años 80, desde Antioquia, bajo la égida de los Castaño, Don Berna, Doblecero, Cuco Vanoy, Macaco o Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche, se empezó a proyectar a Córdoba, Sucre, Magdalena, Cesar y poco a poco hasta abarcar al país. Los socios paramilitares fueron aumentando y como lo ha sustentado la investigadora Claudia López, se impuso también la fórmula de los distritos electorales.
Las votaciones atípicas, la consolidación de movimientos políticos emergentes, los pactos non sanctos para acceder a las corporaciones legislativas, la apropiación de dineros públicos a través de los contratos y, a mediados de 2001, el punto más alto de su estrategia impune: el pacto de Santa Fe de Ralito para la “refundación de la patria”. Todo eso se hizo porque hubo apoyo político. En varios departamentos de la Costa Atlántica el asunto fue tan notorio que a la justicia no le costó mucho tiempo aclararlo. Pero la Corte quiere ir más allá.
Como lo comentó una fuente a El Espectador, se van a revisar todos los departamentos de Colombia. Pero por estos días la clase política de Antioquia tiembla. Por sus vínculos con Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán, y el proyecto “Movimiento político por una Urabá grande, unida y en paz”, ya fue condenado el exsenador Rubén Darío Quintero. La misma suerte le cupo a la exrepresentante a la Cámara Rocío Arias por sus vínculos con Don Berna. Y Carlos Arturo Clavijo anda en las mismas por cuenta de alias Ernesto Báez.
Pero detrás de ellos hay un interrogante con nombre propio: el movimiento Alas-Equipo Colombia. Un exitoso proyecto político que en las elecciones de 2002 no sólo logró la primera votación al Senado con Luis Alfredo Ramos, sino que en las elecciones locales alcanzó un alto número de alcaldías, ganando espacio en territorios donde el conservatismo tradicional era mayoría. Como segunda fuerza, otro grupo no tradicional: el movimiento de Renovación Acción Laboral, encabezado por el exsenador liberal Mario Uribe Escobar.
Hoy, Alas-Equipo Colombia es una plataforma en la mira judicial. El exsenador Antonio Valencia Duque está preso y los testimonios de los paramilitares señalan que su victoria electoral obedeció al apoyo de las autodefensas. Según estableció El Espectador, ya aceptó acogerse a sentencia anticipada, lo cual implica que asumió su responsabilidad. Y por la misma vía cayó preso el representante Luis Carlos Restrepo Orozco, quien aún se defiende de las imputaciones por su presunta cercana relación con el narcotraficante alias Rasguño.
Cuatro dirigentes políticos de la región de Urabá se repartieron una curul del Congreso entre 2002 y 2006, y ahora responden ante la justicia por las mismas causas: extrañas alianzas con el exjefe paramilitar Fredy Rendón Herrera. Son Manuel Darío Ávila, Estanislao Ortiz, Jesús Enrique Doval y César Augusto Andrade, llamados popularmente “los cuatrillizos”. Avalados por Rubén Darío Quintero y encartados con la justicia por los mismos hechos: presuntos pactos con los grupos de autodefensas.
En medio de la redada está Mario Uribe Escobar. Surgido de las entrañas del Partido Liberal del entonces todopoderoso Bernardo Guerra Serna en los años 80, junto con su primo, el expresidente Álvaro Uribe, constituyó una disidencia que lo llevó a la Cámara en 1986. Llegó a la Presidencia del Congreso en tiempos de Andrés Pastrana y preparaba su retiro político cuando entró en desgracia. Un testigo llamado Pitirri lo señala, y desde Estados Unidos, El Tuso Sierra también lo deja mal parado. Seguramente esta semana se conocerá su suerte.
Pero la Corte no para y, según estableció El Espectador, ya avanza en otros campos sobre pistas seguras. Sabe, por ejemplo, que además de Fredy (El Alemán) y Daniel Rendón (Don Mario), hay un tercer hermano llamado Jairo de Jesús, conocido con el alias de Germán Monsalve. Y tiene claro que colabora activamente con la justicia de Estados Unidos. Los investigadores de la Corte aspiran a que también lo haga en Colombia. El Tuso Sierra y Don Berna no quieren guardarse nada y el alto tribunal está dispuesto a hacer justicia.
Se está revisando todo. Los nombramientos de notarios, los negocios de tierras, las listas políticas, los contratos con el Estado, las relaciones con la Fuerza Pública. La Corte tiene claro que si bien hubo Castaños o Rendón desde Amalfi, Ramón Isaza en el Magdalena Medio, Cuco Vanoy o Macaco en el bajo Cauca, H.H. en Urabá o Don Berna en las entrañas del Valle de Aburrá, también hubo políticos que se dejaron seducir por el poder criminal, replicando la fórmula que hace un cuarto de siglo acuñó Pablo Escobar: el modelo Envigado.

El proceso por parapolítica contra Mario Uribe
La investigación en contra del exsenador Mario Uribe por sus presuntos nexos con el paramilitarismo en Córdoba comenzó el 26 de septiembre de 2007, cuando la Corte Suprema de Justicia lo llamó a indagatoria.
Las pesquisas empezaron por los testimonios aportados por varios exparamilitares, entre ellos alias Gomelo, Pantera, Jairo Castillo Peralta, alias Pitirri, y el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quienes señalaron que Uribe se reunió con algunos de ellos con el fin de comprar tierras baratas en Córdoba y llegar al Senado en 2002.
Estos testimonios sirvieron para que la Corte expidiera orden de captura en su contra el 22 de abril de 2008. Al conocer la decisión, Uribe solicitó asilo político en Costa Rica, recurso que le negaron, por lo que se entregó a las autoridades y acabó detenido en la cárcel La Picota de Bogotá. La Corte Suprema de Justicia decidirá en las próximas semanas si lo condena o absuelve.
Los pasos de Rocío Arias por la justicia
Después de que entrara sin ninguna experiencia política al Congreso como representante a la Cámara para el período que empezaba en el año 2002, la periodista, Rocío Arias empezó a ser señalada de ser una de las legisladoras impuestas por jefes de las autodefensas como Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, y Ramiro Vanoy, alias Cuco Vanoy. Su discurso en el Congreso sorprendía por sus debates en la no extradición de narcoparamilitares a Estados Unidos y la constante promoción de la Ley de Justicia y Paz que, sin duda, beneficiaría a los paramilitares desmovilizados.
Una investigación en contra de Arias haría que ésta se acogiera a sentencia anticipada en 2008, razón por la cual un juez la condenó a 45 meses de prisión por el delito de concierto para delinquir agravado. En 2010, la excongresista fue destituida e inhabilitada por la Procuraduría a 20 años para ejercer cargos públicos por sus demostrados nexos con las Auc.
Nuevas investigaciones preliminares por parapolítica
La Corte Suprema solicitó al Congreso que certifique en qué momento pertenecieron o desde cuando integran el Poder Legislativo la senadora Olga Suárez Mira, el supernotariado Jorge Enrique Vélez, el representante José Mesa y el exrepresentante William Vélez. Las averiguaciones de la Corte obedecen a los testimonios que han venido dando los paramilitares Juan Carlos Sierra, alias ‘El Tuso’, y los hermanos Daniel y Freddy Rendón Herrera, más conocidos como alias ‘Don Mario’ y alias ‘El Alemán’.
De igual modo, abrió investigación preliminar contra el actual gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos y el congresista Guillermo Gaviria Zapata. Ademas aseguró a Óscar Suárez Mira.

http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articulo-250558-todo-empezo-envigado

miércoles, 9 de febrero de 2011

La parapolitica en Antioquia

Jorge Mejia Martinez

La información de la semana pasada de que la sala penal de la Corte Suprema estaba indagando por 5 dirigentes antioqueños para establecer supuestos vínculos con la parapolitica, generó un cimbronazo en todos los mentideros políticos y sociales, convertido al día siguiente en latigazo cuando se conoció que la lista se ampliaba a 13. Se llegó a hablar hasta de 18 nombres. Algunos sectores reaccionaron, alarmados y airados, por considerar que se trataba de un ataque desde la Corte Suprema a la antioqueñidad y a la región. Sin meterme en honduras ajenas al respeto de la presunción de inocencia, la exigencia del debido proceso, el acatamiento de la acción de la justicia y el criterio sano de que quien nada debe, nada teme y el que la debe la paga, sí me parece lógica la siguiente pregunta: ¿mientras en otras regiones del país el escándalo de la parapolitica ha tenido un mayor impacto y desarrollo, porqué Antioquia deberá ser la excepción si fue un protagonista de primer orden en la gestación y expansión del paramilitarismo en Colombia?
La ubicación geográfica de los 31.617 desmovilizados de las AUC fue la siguiente: 32% en Antioquia, 14.5% en Córdoba, 10.5% en Cesar, 8.6% en Magdalena y 6.8% en Santander, el resto en todo el país. La distribución de los desmovilizados por ciudades fue: Medellín (3.037), Montería (1.859), Valledupar (1.548), Santa Marta (1.228), Tierralta (Córdoba) con 940, Caucasia (Antioquia) con 728, Turbo (Antioquia) con 646, Puerto Boyacá (Boyacá) con 600, Valencia (Córdoba) con 505, San Pedro de Urabá (Antioquia) con 467, Carepa (Antioquia) con 412 y Apartadó (Antioquia) con 439 (Mapp/OEA, 2006). El 32% de participación de Antioquia es mucho mayor si consideramos que desde Urabá, Bajo Cauca y Nordeste, se nutrieron los frentes y bloques del paramilitarismo en el sur del país. Así como el mayor porcentaje de victimarios es oriundo de esta tierra, también ocurre lo mismo con las víctimas del desplazamiento, masacres, desapariciones y homicidios.
La relación narcos-paras-políticos es de vieja data. Pablo Escobar fue congresista con un equipo político a su servicio en 1982; financió muchas campañas proselitistas. El 4 de febrero de 1983 el Procurador General de la Nación, Carlos Jiménez Gómez, denunció ante el Congreso que en la creación del MAS (Muerte a Secuestradores) habían participado 163 personas, 59 de las cuales eran oficiales del ejército en servicio activo, junto a representantes de empresas petroleras, ganaderos y políticos de la región de Antioquia y el magdalena Medio, cuyo radio de acción se ubicaba en Puerto Boyacá. En el surgimiento y desviación de las convivires de todo tipo, con diversas denominaciones, es posible encontrar nombres de personajes políticos en cada una de las subregiones de Antioquia. Más adelante, según las investigaciones de la Corporación Arco iris, al lado de la expansión paramilitar ocurría un fenómeno electoral muy particular: nuevos movimientos políticos ampliaban su influencia en el país y en Antioquia, en su mayoría desaparecidos por la vía de integrarse a otras colectividades partidistas presionados por el umbral electoral o el escarnio público. Superponer los mapas de la presencia de las AUC y la presencia de algunos de estos nuevos grupos políticos caza como anillo al dedo.
Después de 1997, era claro que el esfuerzo militar realizado por los paramilitares, con el narcotráfico de por medio, tenía una clara intencionalidad política: buscar una negociación con el Estado. Así quedó establecido en el texto emanado de la cumbre donde se fundan las AUC en mayo de 1998 para aclarar la misión de las fuerzas paramilitares: “Definir las Autodefensas Unidas de Colombia como un movimiento político- militar de carácter anti-subversivo en ejercicio del derecho a la legítima defensa que reclama transformaciones del Estado, pero no atenta contra él”. La postura anti guerrillera era la carta de presentación para esta negociación. Allí encontró lugar un sector importante de la clase política regional convencida del gana gana. El orgullo y la satisfacción con que Salvatore Mancuso y Vicente Castaño reconocieron luego que bajo su control estaba el 35 por ciento del Congreso, confirmarían el éxito del empeño por la alianza.
No sería lógico pensar que en esa tercera parte del Congreso afecta a los paras, los antioqueños brillaran por su ausencia.

martes, 8 de febrero de 2011

5 por ciento de votantes acepta haber recibido algo a cambio de su voto

Por: Elespectador.com

La MOE presentó la primera encuesta de opinión de votantes de Colombia.
La Misión de Observación Electoral realizó la primera encuesta de votantes del país, donde se reflejan preocupantes resultados en ese sentido.
Uno de los puntos que prendió las alarmas está relacionado con la compra-venta del voto.
La estadística revela que 5 por ciento de votantes acepta haber recibido dinero o bienes a cambio de su voto.
De otro lado, aunque las mujeres son mayoría en el censo electoral son los hombres los que votan más.
También tres de cada cuatro votantes vota cerca a su casa, mientras los colombianos con menor nivel educativo y de ingresos están subre-presentados entre los votantes.
Al hablar de los medios, se refleja que la trayectoria y propuestas de los candidatos y lo que informan de ellos los medios son los tres factores que más influyen en la decisión del voto. En ese sentido, los jóvenes son los más influenciables por lo que dicen los medios sobre candidatos para decidir su voto.

Decisiones de la CSJ ponen a temblar la política en Antioquia

Investigan a Ramos, asegurado Suárez

“Sobre eso no sé nada. Primero tengo que notificarme sobre la decisión de la Corte y después me pronunciaré”, dijo ayer el gobernador Luis Alfredo Ramos Botero.
Asimismo, la Corte Suprema de Justicia pidió información sobre otros cinco dirigentes políticos antioqueños: Óscar Arboleda, Guillermo Gaviria Zapata, Mauricio Parodi, Jorge Morales y Luis Pérez Gutiérrez, presuntamente vinculados con grupos paramilitares.
El empedrado político en Antioquia se estremeció ayer tras conocerse la determinación de la Corte Suprema de Justicia de iniciar consultas e indagaciones a reconocidos líderes políticos de la región, quienes, al parecer, mantuvieron nexos con paramilitares.
El listado lo encabeza el actual gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero, a quien la CSJ le abrió investigación preliminar. “Atenderé cualquier requerimiento de la Corte. Siempre he trabajado tranquilamente y con honestidad en mi vida pública. Nunca he recibido apoyo de los paramilitares”, dijo al respecto el gobernador Ramos.
La Sala Penal de la Corte llamará a indagatoria al mandatario antioqueño, luego de conocerse una declaración de Juan Carlos Sierra, alias ‘el tuso’, quien dijo a un fiscal de Justicia y Paz que Ramos había tenido vínculos con estos grupos armados ilegales. Según su versión, las Autodefensas Unidas de Colombia habrían ayudado en Urabá para que Ramos Botero ganara una curul en el Senado en 2002 por el Movimiento Alas Equipo Colombia. El máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria estudia, en consecuencia, decretar una serie de pruebas para determinar si abre una investigación formal en su contra.
Alias ‘el tuso’ declaró desde Virginia, Estados Unidos, donde se encuentra recluido desde mayo de 2008, indicando que varios dirigentes antioqueños, políticos, militares y policías, estuvieron comprometidos con la ‘Oficina de Envigado’.
Ya en 2007 fue archivada una investigación contra Ramos que adelantaba la Fiscalía General de la Nación, solicitada por la misma Corte, porque se consideró que no había fundamento en las versiones de ex ‘paras’. El ya desaparecido José Raúl Mira Vélez, escolta de los jefes paramilitares, le dijo a la Corte que Ramos, siendo candidato a la Gobernación de Antioquia, se habría reunido con ellos en Medellín, para que militares organizaran y dieran entrenamiento a los ‘paras’. El entonces fiscal general, Mario Iguarán Arana, cerró la investigación al estimar que no existían pruebas suficientes para vincularlo con los paramilitares, pues, según el ente acusador, Ramos no hizo pactos ni componendas con grupos irregulares y sus actuaciones fueron públicas.
Ramos Botero fue representante a la Cámara por Antioquia desde 1982 hasta 1990, alcalde de Medellín entre 1992 y 1993 y senador en el periodo 2002-2006.

Más investigaciones
De otra parte, luego de la diligencia de indagatoria contra Óscar Suárez Mira, la CSJ estudió las pruebas existentes y halló mérito para mantener detenido al ex congresista por la investigación que cursa por el delito de concierto para delinquir. Al parecer, Suárez recibió apoyo de las autodefensas que operaban en el municipio de Bello, Antioquia, donde el congresista tuvo una alta votación frente a los demás aspirantes. El alto tribunal le negó el beneficio de casa por cárcel.
Asimismo, se conoció que la Corte Suprema pidió al Congreso información sobre otros cuatro dirigentes políticos antioqueños. Son ellos Óscar Arboleda, Guillermo Gaviria Zapata, Mauricio Parodi y Jorge Morales. También se hacen averiguaciones por el ex alcalde de Medellín Luis Pérez Gutiérrez.
En cuanto al juicio que se le adelanta al ex senador Mario Uribe, la defensa intenta desvirtuar la acusación por supuestos nexos con el Bloque Norte de las Autodefensas en el marco final de este proceso que por ‘parapolítica’ enfrenta ante la Sala Penal de la Corte.
El presidente de la Corte, Camilo Humberto Tarquino, aseguró que el Tribunal ha venido adelantando diligencias en todos aquellos casos que se investigan a políticos con fuero. La CSJ intenta establecer si existen vínculos entre dirigentes políticos y grupos paramilitares en el departamento de Antioquia.

Procuraduría pide condenar a Guillermo León Valencia Cossio

Por: Elespectador.com / febrero 2011
Dice que los únicos cargos que prosperan contra el ex funcionario son concierto para delinquir y destrucción u ocultamiento de documento público.
Piden condenar a exdirector de fiscalías de Medellín Guillermo Valencia.
La Procuraduría General de la Nación le pidió a la Corte Suprema de Justicia que condene al ex director de Fiscalías de Medellín Guillermo León Valencia Cossio porque, a su parecer, efectivamente, contribuyó al favorecimiento de los hombres de la banda de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’.
Según Genith Toledo Carreño, representante del organismo de control, el ex funcionario estaba interesado en evitar la judicialización de John Freddy Manco Torres, alias ‘El Indio’, cuando se trataba del segundo al mando de la banda delincuencial.
Indicó que fue a través del empresario Felipe Sierra, a cargo de la firma Control Total, que se produjo esta actuación; recordó que debe tenerse presente que la empresa, dedicada a proveer de seguridad a paramilitares desmovilizados, permitió a Sierra mantener contacto con ex militantes de las Autodefensas.
La delegada del Ministerio Público objetó el procedimiento utilizado por la exfiscal Ángela María Buitrago para argumentar los cargos en contra del acusado y precisó que sólo tres de ellos fueron formulados en debida forma; agregó que sólo frente a dos de ellos merece condena Valencia Cossio.
En ese sentido, indicó que los únicos cargos que deben prosperar en contra del indiciado son concierto para delinquir y destrucción u ocultamiento de documento público; la funcionaria solicitó a la Sala Penal que absuelva al ex director de Fiscalías de Medellín por el punible de enriquecimiento ilícito.
Según Toledo Carreño, pese a que hay evidencia de la colaboración del acusado al grupo delincuencial de 'Don Mario', no es claro que haya incrementado su patrimonio de manera injustificada y que no hay cómo relacionar la supuesta entrega de una cuatrimoto de manos de Felipe Sierra con el favorecimiento de Valencia Cossio a los hombres de Rendón Herrera.
Precisó, así mismo, que la Procuraduría considera que se vulneró el principio de congruencia al presentar cargos contra Valencia por favorecimiento, revelación de secreto, uso indebido de información privilegiada y asesoramiento indebido.

Investigan a Ramos por 'parapolítica'

Investigan a Ramos por 'parapolítica'
Por: Redacción eltiempo.com / Febrero del 2011

Una declaración entregada hace seis meses desde Estados Unidos por el ex narcotraficante y ex paramilitar Juan Carlos Sierra, alias 'El Tuso', puso al gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, a dar explicaciones a la Corte Suprema por presuntas alianzas con grupos ilegales para llegar al Congreso en el 2002.
La Sala Penal abrió una indagación preliminar en contra de Ramos después de analizar las declaraciones del ex 'para' en una entrevista que entregó en junio del 2010. 'El Tuso' aseguró que la campaña política de Ramos al Senado recibió apoyo financiero de la 'oficina de Envigado', organización criminal que era controlada por Fernando Murillo, alias 'don Berna'.
Ramos aseguró ayer que desconoce las razones que llevaron a la Corte a abrirle investigación preliminar. "Atenderé cualquier requerimiento (de la Corte), he trabajado tranquilamente y con honestidad en mi vida pública. Jamás he recibido apoyo de los paramilitares", le dijo el Gobernador a EL TIEMPO.
Es la segunda vez que hay señalamientos contra Ramos. En el 2007 otro ex 'para' lo señaló, pero la Fiscalía encontró que esa versión no era cierta y cerró el caso.
También ayer, la Corte ordenó la captura del ex representante Aristides Andrade, de Santander, por un crimen cometido por 'paras' en 1991.

'El Tuso' reaviva la parapolítica


ORDEN PÚBLICO. Las confesiones del narcotraficante llevaron a abrir investigación preliminar nada menos que contra el gobernador de Antioquia.
Sábado 5 Febrero 2011Cuando todo el mundo creía que con medio centenar de dirigentes en la cárcel la parapolítica era cosa del pasado, el año arrancó demostrando que está lejos de ser caso cerrado. La semana pasada, tras conocerse detalles de las declaraciones que Juan Carlos ‘el Tuso’ Sierra dio en Estados Unidos a la Fiscalía en 2010, la Corte Suprema de Justicia abrió investigación contra el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, señalado de haber recibido plata de la llamada Oficina de Envigado para su campaña al Senado en 2002.
Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, parece no tener su tranquilidad asegurada. El Tuso alegó que habría hecho negocios de drogas con los hermanos Gallón Henao. Y que el general retirado Julio Santoyo, ex jefe de seguridad de Álvaro Uribe, habría visitado a paramilitares en la cárcel de Itagüí. También acusó a Ernesto Báez y Julián Bolívar, desmovilizados de las AUC, de seguir traficando cuando ya estaban en el proceso de paz.
Si a esto se añaden la condena a nueve años de prisión a la empresaria del chance Enilse López, ‘la Gata’, por sus nexos con autodefensas y la destitución e inhabilidad por veinte años del coronel retirado Hugo Aguilar, por haber llegado a la Gobernación de Santander, en 2003, de la mano de los bloques paramilitares Central Bolívar y del Magdalena Medio, la conclusión es que habrá todavía parapolítica por un buen rato.