Final, final, no va más…

Se desinfló candidatura de Lupe

 Pero cuidado, que el hombre sigue recogiendo firmas…

Hace cuatro años, la campaña política para la alcaldía de Medellín del candidato clientelista se resumió en la frase Todos con Luis Pérez. Hoy, para bien de la democracia y de la honestidad, podemos decir Nadie con Pérez. O, lo que es lo mismo, No más Lupe.

Toda la clase política se filó en ese entonces detrás de su máximo representante en la contienda. Su campaña basada en la mentira vendió unos ojos azul photoshop en una cara sin arrugas con expresión virginal. Imagen muy lejana a lo que este personaje en realidad representó, representa y representará: la corrupción descarada que hace que los dineros de todos se vayan para los bolsillos de unos pocos. Esa misma corrupción que hoy tiene a Bogotá como un hueco, y que tiene al país y al departamento de Antioquia sin carreteras, sin buenos colegios. Esa corrupción que en buena hora empezamos a sacar de Medellín cuando elegimos a Sergio Fajardo y a Alonso Salazar como alcaldes.

Hoy, nadie está con Lupe. Ni los grupos políticos que lo acompañaron en el 2007. Su condición de camaleón, con la que buscó montarse en la ola ganadora, y el peso de sus hechos pasados, lo han llevado al desgaste; le han cerrado el camino hacia la Alcaldía de Medellín.

Se metió en el Partido de la U, para coordinar la campaña de Juan Manuel Santos a la Presidencia de la República. Allí, en medio de personajes como JJ Rendón, seguro se sintió a sus anchas protagonizando una que otra picardía. Creyó que esa era la bendición para recibir el apoyo de la Unidad Nacional en su deseo de volver a ser Alcalde de Medellín. En ese Partido aparecieron 4 precandidatos jóvenes, sin tanto desgaste como Lupe. En semana santa se jugó la suerte de esos precandidatos: Álvaro Uribe Vélez, el gran responsable del florecimiento de los carruseles de la corrupción, dijo cómo se elegirá a uno de ellos como candidato oficial de la U a la Alcaldía de Medellín. Y no apareció Lupe por ninguna parte.

Claro que ya había intentado hacer parte de la baraja de precandidatos liberales al mismo cargo. Don Rafael Pardo manifestó su oposición a esta posibilidad y parece que por ahí tampoco quieren nada con él.

Y no se nos olvide que también intentó llegar por la vía de la revocatoria del mandato de Alonso Salazar. Ese era su reencauche y para eso hizo parte de ese tinglado que relacionaba el triunfo de Salazar con Don Berna y todo el combo que Lupe ayudó a conformar para la falsa desmovilización.

Y hay un grupo de “jóvenes” que está impulsando la presencia de Lupe en la contienda como candidato independiente por firmas. Vi esos cuchachos en Youtube y me di cuenta que los que recogen las firmas lo hacen por plata y los que lo quieren en la alcaldía añoran una época oscura de Medellín.

Es la época de los 90 hasta el 2003, cuando los paramilitares tenían tanto control de las comunas que sacaron a Lupe a plomo de la Comuna 13. La época cuando los paracos se querían legalizar con la falsa desmovilización y hacer que su poder militar, económico y social se volviera poder político para meterse al concejo y reemplazar o asesinar a los líderes comunitarios auténticos. La época de más desprestigio de la clase política tradicional de Medellín. La época de la corrupción que compraba vajillas de oro y sacaba el 15% de toda la contratación pública. Época en la que los funcionarios del municipio hacían de las suyas en los principales restaurantes, almacenes, aerolíneas y hasta en los moteles, con las tarjetas de crédito empresariales que luego se pagaban con dineros públicos. La época en que este individuo viajaba con modelos y amigos a beber en los desiertos de la Guajira con la plata de Empresas Públicas de Medellín.

Todo indica que la vida política de Pérez va llegando a su fin. Sus aliados (más preciso que decir sus amigos) lo tratan como a los mafiosos de los 80: muy útil para respaldar, pero muy feo para encabezar.

Siempre lo perseguirá la sombra nefasta de la corrupción. Para bien de la ciudad, cada vez son menores las posibilidades de que Pérez regrese a la Alcaldía. La única posibilidad que le queda es volverse conservador o salir disfrazado de independiente, por el recurso de las firmas.