El 9 de enero de 2004 el periódico El Tiempo publicó el artículo “Las perlas que encontró Fajardo”.
Se refería a la mala situación financiera en que quedó Medellín cuando terminó la administración de Luis Pérez.
Según la publicación, el 15 de diciembre del año 2003, Luis Pérez se declaró ilíquido, dijo que no había plata para pagar la nómina de la segunda quincena de diciembre ni para pagar a los contratistas y proveedores.
Según Pérez había que hacer "maromas" para cumplir con lo estrictamente necesario y suspender los gastos innecesarios. Pero las cuentas con que se encontró Fajardo indican que Luis Pérez siguió gastando y firmando contratos.
El déficit de caja llegó a los 120.000 millones. Y en el presupuesto para el 2004, primer año de Fajardo, Luis Pérez dejó reservas comprometidas de 300.000 mil millones.
Los milagros los tuvo que hacer la administración Fajardo que encontró a Medellín con unas finanzas mal manejadas, confusas y con una mala posición en la calificación en la confianza de los inversionistas.
Hoy, después de 8 años de esa experiencia, Medellín tiene saneadas sus finanzas, los ciudadanos pagamos más cumplidos, tenemos una política de transparencia y el presupuesto para los próximos 4 años será cercano a los 16 billones de pesos. El mundo financiero confía en la solidez financiera de la ciudad.
Con esa plata es posible mejorar la calidad de vida de todos nosotros con buena inversión social y con bajos costos de operación. O puede ser también un pastel muy apetecido para los corruptos que se roban el dinero de todos y quieren llenarse sus bolsillos volviendo a enredar nuestras cuentas.
A elegir bien el 30 de octubre. Necesitamos un buen administrador, no un derrochón.
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