martes, 4 de octubre de 2011

Luis Pérez: ¿El Pacificador? 1


¿Quiso “comprar la guerra”
pero consiguió un ejército?

Cómo Luis Pérez fue corretiado en la Comuna 13 y terminó firmando pactos con Don Berna

Por qué sabe con certeza que "los delincuentes no están en La Alpujarra sino en los barrios"

En el artículo de la Revista SEMANA “Veto a campañas” el candidato Luis Pérez afirma que a él los desmovilizados lo quieren mucho y por eso lo apoyan en su campaña para regresar a la Alcaldía de Medellín.
Según el popular Lupe, "A mí los desmovilizados me quieren porque cuando fui alcalde empecé el proceso con ellos". ¿Cuál fue el proceso que empezaron Lupe y los paramilitares? ¿El de la desmovilización? No. Ese fue sólo un paso más del trabajo que estaban realizando desde mucho antes.

Con la desmovilización sólo quiso darles legalidad a los delincuentes que se agruparon en la Corporación Democracia, para ponerlos luego a su servicio y seguir haciendo política “desde la legalidad”.

Lo sacaron “tallao” a chumbimba
Aculillado, con tembleque, más asustado que un berraco, así aparece en esta fotografía el "Pacificador de la Comuna 13" Luis Pérez. Siendo alcalde, las bandas lo sacaron tallado de la Comuna 13. Después vino la operación Orión que, aunque cuestionada en algunos aspectos, fue la manera en la que el gobierno nacional intentó poner algo de orden en una zona a la que ni el alcalde podía ingresar.

Uno de los récords de Luis Pérez es el de haber sido el único alcalde expulsado a chumbimba de la Comuna 13. No pudo entrar, ni pudo quedarse, ni imponer la Ley; solo pudo “comprar la guerra”.

Es que esa fue su estrategia: pagarle a los pillos para que no dispararan más. Nada de programas sociales de impacto. Nada de apoyo a la autoridad legítima, no: “deles plata, deles contratos, póngalos a devengar así no hagan las cosas por las que se les contrate”.

Ese esquemita lo impuso el ex asesor de paz Luis Guillermo Pardo, antiguo guerrillero del M19 que, en medio de sus vueltas y revueltas, "ha aterrizado de barriga" en el Partido Conservador, en el PIN y ahora cae a la nómina de Lupe para tratar de resucitar a los combos con contratos.

Este hombre conoce el mundo de la delincuencia y la delincuencia lo conoce a él. Y los delincuentes acuden a él. Cómo será ese conocimiento mutuo que este señor sabe primero que la Interpol sobre los encuentros de delincuentes en otros países.

Con esta fórmula Lupe se les entregó a los combos. Cuando lo corretiaron y lo hicieron salir a punta de bala de la Comuna 13, cambió el esquema: empezó a pasarles plata y nunca les pidió los fierros. Claro, se creó una burocracia armada en las calles que contrataba con la Alcaldía y, por las noches, iniciaban el segundo turno, el de la ilegalidad.  Por eso es que él puede afirmar con tranquilidad que "los delincuentes no están en La Alpujarra sino en los barrios".

Los delincuentes se enquistaron en organizaciones como las Juntas de Acción Comunal para contratar con el Municipio y no tuvieron necesidad de entregar un solo fierro. Y les quedaba la noche para el segundo turno. El mayor ejemplo de ese sistema fue el difunto Job, Antonio López, vocero de los “inmovilizados” de “Lupe” que se agruparon en la Corporación Democracia.


La "Donbernabilidad": engendro de Luis Pérez

Se afirma que Medellín tuvo grandes éxitos en la reducción de las muertes violentas gracias al poder de Diego Fernando Murillo, alias "Don Berna". Se plantea que fue una orden suya la que frenó la ola violenta. Se magnifca así el poder que este excomandante paramilitar ejerció en la ciudad; a esa capacidad paralela e ilegal se le conoce como la "Donbernabilidad", es decir, la capacidad de gobernar con Don Berna.

Aunque con tal expresión también se trata de desprestigiar al gobierno de Sergio Fajardo, lo cierto es que fue Luis Pérez quien firmó pactos oficiales con Don Berna. Medellín fue la única ciudad colombiana donde el alcalde firmó compromisos con un capo mafioso. Eso condujo a que aquí se creara un proceso de desmovilización perverso.

A casi 40 días de entregar la Alcaldía, en noviembre de 2003, Luis Pérez le cumplió a Don Berna y metió a la ciudad en el único proceso de desmovilización manejado localmente, con mucha negligencia de las instancias nacionales. Comprometió así al municipio, ofreció centenares de puetos de trabajo a los desmovilizados, y dejó embarcada y sin mucho margen de maniobra a la administración entrante.

Con ese proceso se legitimó como desmovilizados a narcos, sicarios y delincuentes y a una gran cantidad de jóvenes que, sin alternativas de empleo o de ingresos, se inscribieron en la lista de desmovilizados, como quien se inscribe en una rifa con la seguridad de que cada mes le llegará una mesada. Esa fue la posibilidad de "crecer el ejército de desmovilizados" y mostrar una fuerza que realmente no tenían estas organizaciones.

Pero, sobre todo, Luis Pérez orquestó el proceso que, en últimas, benefició políticamente a jefes narcos y sicarios de la llamada "oficina de Envigado", a Don Berna y sus muchachos. Desde entonces, el Alcalde Sergio Fajardo y su Secretario de Gobierno Alonso Salazar trabajaron en dos sentidos: de un lado, cumplir hasta donde fuera posible con los compromisos heredados como Alcaldía; pero, simultáneamente, "apretarles las tuercas a los desmovilizados" para que cumplieran sus compromisos y tratar de enderezar el entuerto de Lupe.

Así se gestó el enfrentamiento posterior entre la Corporación Democracia y el hoy alcalde Alonso Salazar, pleito que desembocó en el apoyo de los desmovilizados al mayor rival de Salazar y gran amigo de su causa, el derrotado Luis Pérez. En el 2007 ganó Salazar, aunque perdió en las zonas de mayoría alta presencia de desmovilizados.

¿Compró un ejército?




Todo indica que esas son las raíces de los rencores de los desmovilizados con Salazar. Pero sobre todo, esa es la explicación de los afectos que unen a Luis Pérez con los desmovilizados. Se necesitan. Ya la Fiscalía estableció que los “inmovilizados” de la Corporación Democracia lo apoyaron en su derrota del 2007.


Y parece que esta relación no la deterioró el tiempo sino que se fortaleció durante 8 años que llevan por fuera del poder en Medellín. Luis Pérez reconoce que muy cerquita de él está caminando hoy un candidato al Concejo de Medellín rodeado de gente de esta categoría. Miren lo que dice Lupe en SEMANA:
"Consultado por SEMANA, Pérez explica que no conoce al Viejo, pero que un candidato al Concejo que camina a su lado tiene contacto con él".

Insisto con mis preguntas del domingo: ¿Quién es "el viejo"? ¿De dónde proviene su poder? ¿Por qué le es tan familiar al candidato Pérez la relación de "un candidato al Concejo" con tan enigmático personaje? Creo que la Fiscalía debe llamar a Luis Pérez para que despeje estas dudas.
A la izquierda, el líder "comunal" que respalda a "Comunales con Luis Pérez";
A la Derecha, el exconcejal elegido ANTES de la Desmovilización por los paramilitares. Ambos personajes pasaron por la Corporación Democracia, respaldan a Luis Pérez y hacen cuenta regresiva porque creen que con él llegarán otra vez a hacer de las suyas desde la Alcaldía.

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