Una semana después de la sorpresa por el ingreso del Partido Verde a la Unidad Nacional, veamos dos argumentos serios en favor y en contra de esta decisión. Lo que ocurra como efecto del hecho político será de gran impacto en las elecciones del locales del 30 de octubre, cuando los colombianos elegiremos a los alcaldes y gobernadores que gobernarán durante el período de Juan Manuel Santo. Interesante fijarnos en las razones políticas y en la valoración de las maneras y la forma de tomar este trascendental paso para el futuro del Partido Verde
Sergio Fajardo y su rechazo a los verdes en la Unidad Nacional
Por: Hugo García Segura
Tomado de El Espectador Julio 24 de 2011
El Partido Verde ingresó a la coalición de la Unidad Nacional y fue la de Troya en su interior. Y entre las voces de rechazo a esa decisión está la de Sergio Fajardo, hoy candidato a la Gobernación de Antioquia y quien fuera la fórmula vicepresidencial de Antanas Mockus, el renunciado aspirante de la colectividad a la jefatura del Estado en las elecciones de 2010.
En entrevista con El Espectador, Fajardo habla duro: se ratifica en su disidencia de la Dirección del Partido, dice que no se ha estado a la altura de la ola verde, que se desilusionó a la gente, que fue un error de Antanas Mockus haberse salido sin dar la pelea, le recuerda a Enrique Peñalosa que su rival en las próximas elecciones no es él sino otros y advierte que si se están haciendo las cosas con cálculo electoral para Bogotá, van camino a la derrota.
¿Qué piensa hoy, ya con cabeza fría, de la llegada de los verdes a la Unidad Nacional?
El jueves estuve en un evento en Cali y me reuní con mucha gente del Partido, algunos que habían entrado conmigo, y he recibido también una cantidad de mensajes en la página de mi campaña. La conclusión es la misma: el Partido Verde, el que movilizó una gran población alrededor de lo que se llamó la ola verde, el que tenía unas expectativas de orden político por su forma de actuar y unas propuestas que nosotros encarnábamos, no convirtió nada de eso en realidad.
¿Y el trabajo de los congresistas?
Seguramente ellos han trabajado juiciosos en las leyes y han aportado, porque son personas inteligentes y capaces. Pero el Partido no le ha presentado a Colombia, a toda esa cantidad de gente que ha esperado de parte nuestra una forma de entender el país, una propuesta firme. No lo hizo ni siquiera para justificar la entrada a la Unidad Nacional y esa es la gran frustración.
Es decir, lo que usted ve es una desilusión en la gente que los acompañó en la ola verde...
Así es, y el problema no es por el presidente Santos, pero hay inquietudes que por ahora no tienen respuesta: ¿Por qué y para qué entramos a la Unidad Nacional? ¿Cuáles son los proyectos que como partido le estamos proponiendo a Colombia? Y eso que estamos en el contexto de una campaña electoral.
¿Es verdad que cuando le plantearon una reunión de la Dirección Nacional en Medellín usted dijo que no le llevaran los problemas de Bogotá?
Es cierto, y me refería a esa discusión infinita en tormo a que si Peñalosa, que si Mockus, que si con Uribe, la cual nos ha desgastado y ha hecho girar todo alrededor de lo que pasa en Bogotá.
Dice Peñalosa que cada vez que usted habla es para criticar al Partido, pero no para hacer propuestas...
No voy a convertir eso en un problema personal con Peñalosa, pero sí le quiero decir dos cosas: más vale que se preocupe por Gustavo Petro, Gina Parody, Carlos Fernando Galán y David Luna, que son sus rivales para la Alcaldía. Que no se equivoque de contrincante, porque no soy yo. Y segundo, todo lo que yo he hecho está por escrito, desde cuando dije lo de ‘verdes biches’. Nunca mando razones ni digo tonterías por un lado para que se lo digan a otro. Cuando dije que me retiraba de la Dirección, expliqué que había ido a un número incontable de reuniones donde horas y horas la discusión era Peñalosa o Mockus. Nunca se mencionó la palabra región ni hubo una discusión sobre cómo íbamos a llegar a todos los espacios del país. El proyecto político nuestro no era que Peñalosa y Mockus se entendieran, sino tratar de construir un Partido Verde por toda Colombia.
¿Ha pensado en retirarse?
No me voy a retirar porque tengo una responsabilidad con mucha gente que votó por nosotros, que entró al Partido desde la perspectiva de Compromiso Ciudadano por Colombia que yo lideraba. Y le digo algo más a mi amigo Enrique, pues por lo que veo no le han informado sobre los foros que hicimos acá de medio ambiente y desarrollo, de la lucha contra la corrupción, y seguramente no sabe que ayer presentamos el proyecto “Antioquia, la más educada”.
Pero si no se va del Partido, automáticamente entra a hacer parte de la Unidad Nacional...
No, yo soy una persona que manifiesta sus opiniones con libertad y que tiene unas diferencias profundas con la forma como se están conduciendo las cosas. No estoy de acuerdo con entrar a la Unidad Nacional y lo que digo es que desde Antioquia vamos a liderar con el ejemplo y a sacar la votación más alta de toda Colombia sin comprar un solo voto y sin comprar un solo líder.
Alfonso Prada decía que hace cuatro meses no sabía nada de usted y que tiene representantes en la Dirección Nacional que debieron haberle informado...
Es que el problema no es si me informaron o no. Que le respondan a la gente que nos apoyó y que hoy no sabe a qué entramos a esa Unidad Nacional. ¿Hay alguna propuesta del Partido que el presidente Santos acoja y la convierta en una de sus proyectos bandera? Es simpático que cuando el presidente nos dio la bienvenida se refirió a lo que dijimos hace un año.
¿Cree que se cambiaron los principios por el cálculo electoral?
No sé qué cálculo electoral estarán haciendo y hay gente que me pregunta si eso es para que Peñalosa gane la Alcaldía de Bogotá. Si esa es la estrategia, creo que es muy floja.
¿Lo decepcionó Mockus al preferir irse y no haber dado la pelea desde adentro?
No quiero usar la palabra decepción, pero siempre le dije a Antanas que tenía derecho a disentir y que era un error salirse. Él, como líder, se tenía que haber quedado. Pero prefirió irse a trabajar en su proyecto personal, que hoy no sabemos cuál es.
Hay quienes dicen que Lucho Garzón se adueñó del Partido...
Eso sí tendrán que discutirlo allá. No hago parte de la Dirección Nacional y la responsabilidad que asumo es liderando el proceso en Antioquia.
¿Le cree a Lucho cuando dice que no hay intereses burocráticos?
No tengo idea si han pedido puestos, pero tengo que creerle. Ahora, lo triste es que al final del desayuno con el Presidente, la declaración haya sido que no pidieron puestos, cuando tenían que haber hablado de las propuestas del Partido para el país.
¿Cree que con tanta desilusión de la gente los verdes van hacia su extinción?
No, porque en Antioquia vamos a sacar la votación más alta.
¿Pero entonces para dónde van?
Hay mucha gente en toda Colombia que quiere participar, gente joven e inquieta se va a manifestar. Y esto lo digo como integrante del Partido pero disidente de la Dirección Nacional.
¿Se declara entonces en disidencia?
Disidencia significa estar en desacuerdo con la forma como se está conduciendo el Partido. No es que me declare, sino que lo estoy ratificando con hechos y lo he dejado por escrito. Mire la paradoja: quienes estamos en disidencia vamos a sacar la votación más alta del Partido.
¿Qué piensa de la alianza entre Peñalosa, la U y el expresidente Álvaro Uribe?
Todavía no he podido saber cuál es la alianza. ¿Alguien ha visto algo escrito?
Porque dicen que lo de los verdes en la Unidad Nacional es para impulsar a Peñalosa...
A la distancia lo único que puedo decir es que si eso es así, me parece que están haciendo la peor estrategia y que si siguen por ese camino van a hacer un esfuerzo muy grande para perder.
A propósito de alianzas, ¿es verdad que Fabio Valencia Cossio podría apoyarlo?
No he conversado con él, pero no tengo problemas en hablar con nadie bajo las reglas que hemos tenido siempre. Aquí hay una propuesta que empieza por la lucha contra la corrupción, iniciando desde las campañas. No tengo ningún problema en que personas que tengan propuestas las manifiesten, pero sólo he dialogado con Aníbal Gaviria y con la Alianza Social Indígena (ASI).
¿De dónde sale esa versión entonces?
Dentro de la política hay unos que se la pasan inventando. Yo estoy trabajando concentrado en la propuesta para Antioquia y no estoy escondido haciendo transacciones con nadie. Todo lo nuestro es transparente. Por ejemplo, en diciembre pasado llamé al expresidente Uribe y le dije que quería conversar con él. Fui a su casa y le pregunté cómo veía el departamento. Y eso lo hice público. Hay que romper con esa idea de que cuando se habla con una persona es porque se está negociando algo. Eso hace parte de esa cultura de la ilegalidad y de la trampa.
Porque una alianza con Fabio Valencia Cossio sí que acabaría de desilusionar a la ola verde...
¿Pero por qué tengo que hablar de eso? ¿Porque alguien echó un chisme?
¿Será que llegó el juego sucio?
Yo he dicho que hay una política que va por las cañerías, las cuales siempre se abren cuando llegan las elecciones. Pero nunca le paro bolas a eso ni hablo de alguna persona en particular. Yo voy para adelante y nunca entro a esas cañerías, porque quedo igual a los que están allá.
Por cierto, ¿que sabe del aval de la ASI a Mockus en Bogotá?
No tengo ni idea.
¿Cómo cree que quedan sus relaciones con Lucho y con Peñalosa?
Esto no es un problema personal. Estoy en desacuerdo con entrar a la Unidad Nacional y eso es todo. Le voy a citar una frase que nos decía Peñalosa: ‘Es que aquí no estamos en un club de amigos, aquí estamos en el club de un partido con unos intereses’.
Fajardo y el gobierno Santos
¿Es sano para la democracia un gobierno sin oposición?
Mientras los partidos no estén proponiendo o, como el Partido Verde, entren a la Unidad Nacional simplemente para reconocer al presidente o congraciarse con él, esa es una pérdida para la política.
¿Qué piensa del gobierno Santos?
Todo lo que ha pasado hasta el momento ha sido en Bogotá y alrededor del Capitolio. Se trata de leyes importantes y necesarias para el país. Ahora lo que tiene que demostrar es cómo se hacen las cosas. Se ha hecho el ‘comuníquese’, pero falta el ‘cúmplase’.
O sea, materializar las leyes...
Ese es el reto. La pregunta es: ¿confía el Gobierno en la capacidad de las regiones o hay desprecio? El presidente Santos tendrá que trabajar con los mandatarios locales que van a ser electos en octubre, porque los que hay ahora están terminando. Las leyes las pueden hacer en Bogotá, pero es en las regiones donde se tienen que implementar.
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