Una semana después de la sorpresa por el ingreso del Partido Verde a la Unidad Nacional, veamos dos argumentos serios en favor y en contra de esta decisión. Lo que ocurra como efecto del hecho político será de gran impacto en las elecciones del locales del 30 de octubre, cuando los colombianos elegiremos a los alcaldes y gobernadores que gobernarán durante el período de Juan Manuel Santo. Interesante fijarnos en las razones políticas y en la valoración de las maneras y la forma de tomar este trascendental paso para el futuro del Partido Verde
(Tomado de El Tiempo. Julio 24 de 2011)
Garzón dijo que, de estar en el poder, los verdes tendrían la misma agenda que el Presidente.
Lucho Garzón, jefe del Partido Verde, se declaró "seducido" por la personalidad del presidente Juan Manuel Santos y por sus políticas públicas. Dijo que si los verdes hubieran ganado la Presidencia estarían gobernando con la misma agenda del actual mandatario.
Garzón, quien esta semana selló con Santos un acuerdo para ingresar a su coalición (la Unidad Nacional), defendió una a una las políticas gubernamentales y concluyó que esta aproximación se hizo sobre la doctrina de Antanas Mockus.
¿Por qué los verdes se fueron para donde Santos?
En política se hace oposición o se hace gobierno, los puntos intermedios son complicados. Como se lo dije al Presidente, nos preparamos para una agenda suya que no tuviera que ver con nosotros y nos dejó 'mamando'. Sus principales vías de acción corresponden a principios nuestros: la vida es sagrada, ley de tierras y víctimas, estatuto anticorrupción, el interés general sobre el particular expresado en la reforma de las regalías. Esos son postulados de nuestro partido.
¡Qué tal lo del 10 por ciento de esas regalías para ciencia y tecnología! Es algo que nosotros estábamos planteándonos en la campaña.
Otro aspecto que nos gusta es la Reforma Política, que establece una responsabilidad de los partidos en función de la gente. En este momento, inclusive, vemos una agenda más retadora: tiene que ver con el verde, el tema ambiental, el código minero, el papel de las corporaciones autónomas regionales (CAR).
Lo mismo ocurre con la reforma de la Justicia, va a ser el eje de la institucionalidad de este país.
Cuando hablé con el Presidente se comprometió a no aumentar tarifas en la reforma tributaria. Es posible que presentemos unas propuestas para optimizar las medidas antievasión y otros elementos claves en nuestra agenda. ¿Cómo vamos a hacer oposición con una agenda que necesitamos?
¿Está absolutamente seducido por Santos y su gobierno?
Sí, no lo voy a negar. Toda la vida he trabajado por que me seduzcan las políticas, no las transacciones. Estoy seducido yo, el Partido Verde, y creo que el país. Uno no debe tener complejos, qué vamos a hacer. El miércoles el Presidente dijo una cosa interesante: que su objetivo no son solo las víctimas de la violencia, sino también las de la pobreza. Está dispuesto a recibir observaciones sobre la reforma educativa, hay la posibilidad de hacer cambios a fondo en salud. Esta alianza con la Unidad Nacional está montada sobre la doctrina Mockus.
Pero veo que una de las expectativas que más lo seduce es la paz...
Son muchos los temas que nos llevaron a este acercamiento, pero hay uno muy importante, que es el personal: veo a un hombre muy jugado en ir ganando espacios hacia un proceso de paz. Es cierto que este no es el momento, pero evidentemente está mostrando que condena posiciones de extrema derecha y de extrema izquierda. Eso para mí es definitivo.
¿Cómo se explica esto, si hace apenas un año ustedes eran contraparte de Santos?
En la campaña, el presidente Santos manejó una agenda, dijo unas cosas que nosotros no compartíamos, porque era la continuidad del anterior gobierno, nosotros decíamos que era Uribe III, encarnado en Santos. Y vimos que tuvo un destete absoluto de Uribe. Es más, si nosotros hubiéramos ganado estaríamos gobernando con la misma agenda que hoy tiene Santos.
¿Para qué esa alianza?
Todo, menos por la transacción. Para recuperar institucionalidad, confianza. Y una cosa que me ha impresionado de Santos: el país ya no esta polarizado, dejó la crispación. Vamos a trabajar para que al país le vaya bien, para eso es la alianza.
¿Queda alguna diferencia entre ustedes y Santos?
El Presidente hace mucho énfasis en que el crecimiento de la economía debe ser vía explotación minera, no se le da la trascendencia a una discusión de fondo de la política ambiental. La llegada de nosotros va a incidir en las reformas de la salud y la educación. Y en la de la Justicia, para enfrentar problemas como paramilitarismo, 'Farcpolítica' y corrupción. Sobre la tutela vamos a dar una discusión de fondo con el presidente Santos, y en temas de mecanismos de participación democrática.
Esta alianza deja a Santos con el 95 por ciento del Congreso a favor. Algunos dicen que eso es grave...
El totalitarismo lo tenemos que condenar y si el Presidente muestra el primer rasgo de eso, seremos los primeros en confrontarlo. Le pedí que hagamos el estatuto de la oposición, me parece que el Polo hace un papel correcto, que nosotros tenemos que defender.
Le dije que una de nuestras prioridades es el estatuto de la oposición. No para nosotros. Es que uno sabe en qué momento le corresponde hacer oposición, y creemos que lo que está haciendo el Polo es correcto y hay que estimularlo. Y si yo veo que la Unidad Nacional quiere ser otro Frente Nacional, pues no. Vamos a seguir teniendo autonomía, independencia en la dinámica electoral y en muchas cosas de orden político. Si viéramos que estamos generando una especie de partido totalitario o excluyente, no estaríamos ahí.
¿Esta alianza impacta la campaña en Bogotá?
¡Pero claro que la va a impactar! Y aspiro a que sea positivamente, aunque no lo hicimos con cálculo electoral.
¿Refuerza a Peñalosa?
Santifica la relación con 'la U'.
¿Es consciente de que le ha ayudado a despejar el camino a Santos para la reelección?
El Presidente tiene que hacer una discusión con nosotros sobre una eventual reelección, porque compartimos la posición del presidente Cesar Gaviria en términos de que deben recomponerse los equilibrios entre los poderes que tumbó la reelección del 2006.
Otro punto
Apoyo a política exterior
Al jefe de los verdes le gusta la política exterior del presidente Juan Manuel Santos y, en especial, la restauración de las relaciones con los vecinos.
"Si Chávez termina siendo su mejor amigo, ¿por qué yo iba a ser su peor enemigo?", se preguntó.
Recordó que su partido siempre estuvo a favor de unas relaciones institucionales con el presidente Hugo Chávez y su gobierno.
También destacó el liderazgo exterior de Santos al conseguir la reconciliación entre Porfirio Lobo y Manuel Zelaya, presidente y ex presidente de Honduras, lo que permitió el regreso de ese país a la OEA, después del golpe de Estado.
"Logró restaurar las relaciones con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y tiene excelente comunicación con el presidente peruano, Ollanta Humala", dijo.
Y agregó que no ha visto que el Polo desautorice el papel de la ex canciller María Emma Mejía en la secretaría de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ni a ella renunciando al Polo.
Así se gestó el acuerdo
El pasado 14 de junio, en el Congreso Cafetero, el presidente Juan Manuel Santos denunció la existencia de una "mano negra de derecha y una mano negra de izquierda". Esa misma noche, Lucho Garzón escuchó la intervención de Santos y pensó que había que hacer algo. Seis días después envió una carta al Presidente en la que destacaba "su valor civil" y le ofrecía su apoyo. Santos respondió el gesto con un llamado telefónico y una invitación a Palacio a tomar café. Luego lo volvió a invitar al almuerzo con el presidente peruano, Ollanta Humala. Y así, visita va, visita viene, transcurrieron cerca de 5 encuentros, suficientes para quedar flechados.
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