jueves, 16 de junio de 2011

Los elefantes de Uribe


Agro Ingreso Seguro, el de “Uribito”:
El más emblemático de los elefantes de Uribe


La tercera semana de junio de 2011 fue la semana de pasión para el popular Uribito, el ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias. El 14 de junio, la Contraloría General de la Nación ordenó el embargo de sus bienes por una serie de créditos que beneficiaron al presunto narcotraficante Micky Ramírez, por una suma cercana al billón de pesos. Ya el lunes 13, se había anunciado la decisión de la Fiscalía General de la Nación de imputarle cargos por el escándalo de Agro Ingreso Seguro, AIS.

Pero este es sólo uno y, tal vez, el más significativo caso de la cadena de corrupción que caracterizó los dos períodos de Gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Porque cada día se conocen nuevos y peores casos. Cada día se destapa una olla podrida y lo único que queda claro es que durante los últimos 8 años el país fue saqueado bajo la actitud complaciente del Presidente Uribe. Y en esos escándalos aparecen comprometidos los más inmediatos colaboradores del expresidente. Sus hombres de confianza, sus Ministros y asesores de primer nivel, aparecen seriamente vinculados con los hechos delictivos.
Y aquí va una muestra rápida de los escándalos más sonados y que se convierten en la manada de elefantes de Uribe:

  • Sobrecostos en la construcción de nuevas cárceles en todo el país. El Exministro Fabio Valencia Cossio fue llamado a declarar en el caso de los sobrecostos en la construcción de cárceles, que implican más de 100 mil millones de pesos. Una novela que apenas comienza.

  • Bienes incautados a narcos, administrados por políticos o por familiares de los mismos narcos. La Dirección Nacional de Estupefacientes entregó bienes incautados a las mafias, para que los administraran familiares de los mismos narcotraficantes o a parlamentarios amigos de ellos. “El parque de diversiones de la mafia”.

  • El Estado les quitó tierra a campesinos para dársela a narcos. El Incoder no devolvió tierras a los campesinos despojados, sino que adjudicó las tierras de desplazados a testaferros de los narcotraficantes.

  • El robo al sistema de salud. En las barbas del Ministerio de Salud se vivió el más grande robo a la salud de los colombianos. Las EPS han sido intervenidas y el sistema hoy parece que tambalea.

  • Los falsos positivos, diabólica estrategia que se originó en que a los soldados se les premia por el número de bajas propinadas a sus enemigos. Tal sistema llevó a asesinar a muchos inocentes que luego eran presentados como guerrilleros dados de baja en contacto.

  • Las falsas desmovilizaciones. El mismo Asesor de Paz de Uribe, Luis Carlos Restrepo, lideró falsas desmovilizaciones, como la del supuesto Frente Cacique La Gaitana, de las FARC que, al parecer, significó grandes sumas de dinero, según algunos “desmovilizados”, para los bolsillos del mismo asesor y de los militares que participaron. O la desmovilización de los Paramilitares, que permitió develar parte de los nexos de estos grupos con políticos y dirigentes de diversos sectores de la sociedad; y también, la inclusión de narcotraficantes como paramilitares, para beneficiarlos con la Ley de Justicia y Paz.

  • El DAS. A las famosas chuzadas del DAS contra opositores políticos y contra todo aquel que se cuestionara la línea oficial uribista, hay que sumar la infiltración paramilitar, las denuncias sobre la participación del DAS en el asesinato de sindicalistas y el descubrimiento de redes de esa entidad que trabajaban para narcotraficantes.

  • Los negocios de familia, gracias a los cuales sus hijos fueron beneficiados, incluso, con una gran extensión de tierra declarada como Zona Franca de Occidente, en Bogotá. Y los que se le indilgan a Santiago, el hermano del Expresidente Uribe, que integró el grupo paramilitar de los 12 Apóstoles, en el Norte de Antioquia.

  • La Parapolítica, que en boca de los mismos líderes paramilitares, significó que más del 35% del parlamento estuviera controlado por estas organizaciones. Los pabellones del INPEC destinados a estos presos, hoy están saturados y no cabe un parapolítico más.

  • Y la Joya de la corona reeleccionista, la famosa Yidispolítica, nombre que sintetiza todos los esfuerzos, legales o no, que hizo el gobierno de Uribe para garantizar la aprobación de la primera reelección.

  • En Fondelibertad, abundan los contratos a dedo. Ya cayeron las cabezas de Harlan Henao, de Acción Social de la Presidencia de la República, y de la directora del CTI de la Fiscalía, Marilú Méndez. Los 25.000 millones de pesos anuales de esa entidad para luchar contra el secuestro y apoyar a los Gaula, se manejan con “despilfarro y desorden” en contratos de los tres últimos años. Los beneficiados, periodistas y funcionarios del gobierno, como el hermano del ex comandante de las Fuerzas Militares Freddy Padilla y familiares de la directora del CTI.

  • El Banco Agrario y los préstamos a cambio de aportes a la campaña de Andrés Felipe Arias. El ministro se inventó una línea de crédito para los exportadores, para amortiguar el impacto de la caída del dólar. Pero el paquete de préstamos a los floricultores (230.000 millones de pesos) era cartera de difícil cobro y los dueños de algunas empresas beneficiadas con los créditos aportaron plata a la campaña a la Presidencia del ex ministro Arias.

  • La Dian: una feria de puestos y de contratos. Según su nuevo director, Juan Ricardo Ortega, allí hubo una fiesta con la contratación: en los últimos meses contrataron a 379 supernumerarios más de los presupuestados y a otros les aumentó el sueldo. El costo: 84.000 millones de pesos. Pero hay otros contratos en Barranquilla, cuya interventoría está relacionada con la familia Nule.

  • En Ingeominas, se repartieron títulos mineros como en piñata. Hasta hoy se han otorgado 8.828 títulos mineros, un número muy alto y muy grave si se acompaña de una fiscalización débil, lo que fomentó una industria ilegal vinculada con todo tipo de grupos armados y con altos costos para el medio ambiente.

  • Y en el INCO, se daban las concesiones sin estudios previos. Este instituto, responsable de adjudicar las concesiones para construir carreteras, según el ministro de Transporte Germán Cardona, está en “cuidados intensivos”, lo que ha llevado a un análisis “juicioso, concesión por concesión, para saber dónde estamos parados”.
En todos estos casos aparecen los nombres de sus principales Ministros, el Secretario General Bernardo Moreno, el asesor José Obdulio Gaviria y los más altos funcionarios del Gobierno central, muchos de los cuales ya están en la cárcel.

Por su dimensión y trascendencia el caso de Agro Ingreso Seguro cobra un lugar central en la agenda jurídica nacional. La responsabilidad política no se puede delegar ni se puede transferir enviando a la cárcel a funcionarios de bajo rango. No se puede dejar en libertad a los verdaderos responsables: aquellos que diseñaron y orientaron la política de subsidios para los campesinos pobres pero que, por intereses politiqueros, los pusieron en manos de quienes menos los necesitaban, los grandes terratenientes del país.

El de Andrés Felipe Arias es, entonces, un elefante más de los muchos que se metieron en la casa de Nari. Como vimos, son muchos más y muy graves, por lo que a Álvaro Uribe le quedará más difícil decir, como lo hizo Ernesto Samper, que todo fue a mis espaldas.


El nuevo rumbo de la Fiscalía

La Fiscal Vivian Morales está caminando por el sendero de la relación armoniosa e independiente entre los poderes ejecutivo y judicial. Pareciera que esto caracterizará el gobierno del Presidente Santos, contrario a lo que venía sucediendo en los últimos ocho años. Esta fiscal acelera procesos, valora pruebas y hace imputaciones con base en la ley y no en cálculos políticos y en susurros de las altas esferas del poder.

Tenemos Fiscal y, hasta ahora, ha actuado con independencia. Los pasos certeros de la justicia para destapar la corrupción y castigar a sus culpables no se pueden borrar con frases efectistas. Si el expresidente Uribe se gradúa o no como corrupto no será por voluntad política del actual gobierno, sino por la contundencia de los hechos y por los procesos que hoy investiga Vivan Morales y que juzgarán las instancias respectivas.


¿Cómo será recordado Uribe?

“Los expresidentes somos muebles viejos”, decía Alfonso López Michelsen. En la casa Nariño solo engalanan un paredón con lienzos que inmortalizan su mejor sonrisa.

Para no hablar de los muertos, digamos que Belisario cargó el San Benito del Palacio de Justicia. Gaviria, sus extraños jugueteos con la constituyente y los narcos. Samper, su Proceso 8 mil; y Pastrana, su Caguán.

Pero el expresidente Uribe les gana a todos. A diferencia de sus antecesores, se graduó como el presidente más popular en la historia del país. Pero nada dura para siempre. Su castillo de naipes se está desmoronando. Entre elefante y elefante, actúa para que sus funcionarios corran hacia Panamá, vocifera en twitter y explica lo que nadie le pregunta. Por este camino, el Presidente más popular de la historia, está a un paso de ser recordado como el peor expresidente.

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